Estimado Rector de la Universidad Católica Andrés
Bello, José Virtuoso
Estimado Presidente de Telefónica Venezolana y
Fundación Telefónica Venezuela, Sr. Pedro Cortez
Estimada Gerente General de Fundación Telefónica
Venezuela, Sra Valentina Ríos
Gerente de Inversión Social Fundación Telefónica,
Sra Ana María Mancera
Estimados todos:
Todo cierre de ciclo significa un nuevo inicio, con
nuevos retos, expectativas y emociones. En ese sentido, hoy queremos mirar en
retrospectiva la labor que ha desempeñado la Fundación Telefónica con su
Programa Proniño.
Según la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), se estima que 168 millones de niños en el mundo se
encuentran en situación de trabajo infantil, lo cual equivale al 11% de la
población infantil del planeta. Casi 13 millones de esos menores viven en
América Latina y el Caribe. Es por ello, que desde Las Naciones Unidas se ha
considerado este problema como una amenaza para el provenir de los países; por
lo que no solo se requiere de acciones de Estado para reducir esta situación,
sino que los agentes sociales y las empresas deben mirar con preocupación el
impacto del trabajo infantil en el colectivo.
Es así como Proniño se constituyó en un programa
que apuntaba combatir ese indicador negativo, brindándoles oportunidades de
estudio y capacitación a jóvenes, con el propósito de fomentar la realización
de un proyecto de vida. En mi caso y el de mi compañero José Solarte, Proniño
marcó nuestro destino. Con el empuje que nos dieron, a través de sus becas,
pudimos no solo terminar nuestro bachillerato, sino que luego pudimos estudiar
una carrera universitaria para profesionalizar nuestras vidas. Asimismo,
gracias al apoyo que Proniño le ofreció a la UCAB, cursamos programas de
refuerzo escolar, recibimos clase de oratoria, actualidad internacional y resolución pacífica de
conflicto.
No lo he dicho, pero la primera vez que salí del
país fue gracias a Telefónica, cuando me dieron la oportunidad de asistir al
Primer Encuentro Internacional de Egresados Proniño, realizado en 2010 en
Bogotá, Colombia, con el fin de fundar un nuevo programa llamado Jóvenes, el
cual se convertiría en la continuidad de Proniño. En esa experiencia compartir
con tantos exproniños que habían cumplido sus metas y materializados sus sueños
gracias al acompañamiento del programa y me sorprendió muchísimo que esta
iniciativa había penetrado las zonas más aledañas de países subdesarrollados,
donde la exclusión y deserción escolar son variables sin alteración. De igual
forma, unos meses después me permitieron asistir a un Encuentro Empresarial en
Perú, donde conocí al Presidente General de Telefónica, el Dr. César Alierta,
quien luego de escuchar mis palabras como beneficiario, me dijo: “¡Enhorabuena!
Sabéis cuál es mi secreto, el mismo que el tuyo y el de Telefónica: La
excelencia no se negocia ni con la pulcritud ni con la indolencia, la
excelencia es compromiso vivo”. Desde ese momento sus palabras resuenan en mi
mente y fungen siempre de guía ante cualquier desafío.
Hoy queremos agradecerle a la Fundación Telefónica,
como egresados de esta casa de estudio y en nombre de todos los que hemos sido
beneficiarios de sus programas, por su compromiso con la erradicación del
trabajo infantil, por creer en los niños y jóvenes, por extender un puente con
las comunidades más desfavorecidas, por practicar altruismo no desde el
asistencialismo y la dependencia, sino desde la formación para la
independencia, por seguir apostando por un país que atraviesa una profunda
crisis que nos impulsa cada día a ser más resilientes.
Deseamos rotundamente que la alianza entre la UCAB
y Telefónica se siga expandiendo, que más jóvenes puedan adherirse a sus
iniciativas y puedan aterrizar sus
metas. Son dos instituciones que han demostrado su capacidad para trabajar en
conjunto, como ucabista siempre entiendo (por enseñanza del Padre Ugalde en La
Vega) que nada sirve graduar personas exitosas en un país fracasado y como
egresado de Telefónica siempre recuerdo que el otro tiene una historia que
también me arropa. Esas dos filosofías
son mi mapa de ruta ante un país que se encuentra desquebrajado, sin
instituciones ni árbitro, y con un futuro bastante incierto, donde los jóvenes
debemos forjarnos un papel estelar en una muy cercana reconstrucción.
¡Qué los nuevos proyectos que a partir de este
momento se labrarán, sigan apuntado a la calidad, inclusión y superación!
Fernando Dos Reis (comunicador social UCAB) y José
Solarte (abogado UCAB) e integrantes del Programa ProNiño y Jóvenes.
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