Justicia Social en las obras
sociales de la Compañía de Jesús
Trabajar con fe ayuda a enfrentar retos difíciles
Seres inigualables y comprometidos con lo que hacen
La oficina de Eddy Suárez, cuando él
no está supervisando el Parque Social UCAB o resolviendo algo del
Mantenimiento, está ocupada por algún compañero de labores que al entrar al
edificio de Educación Comunitaria, su primera parada, es para conversar con
Eddy. Esa apertura y su capacidad para escuchar deben provenir de su formación
jesuítica en la Compañía y de su herencia andina.
Nos sentamos con él para conversar
sobre el documento de Justicia Social de las Universidades de la Compañía de
Jesús, análisis que realizó un numeroso grupo de personas representantes de las
organizaciones sociales de Fe y Alegría, Oscasi,
Hogar Virgen de Los Dolores, Centro Gumilla, Huellas, Cerpe, Parroquia Maturín, Gumilla Barquisimeto, Maracaibo y Guayana,
éstas últimas trabajan en alianza con Fe y Alegría y el IRFA; y la Universidad Católica del Táchira, en el
Encuentro-Retiro realizado en Los Teques el 28, 29 y 30 de enero.
El jesuita colombiano, Roberto
Jaramillo, coordinador del sector social de la Compañía de Jesús para América
Latina, radicado en el Perú, fue el guía del encuentro. Cuenta Eddy que la
anterior responsabilidad de Jaramillo fue su actividad en la Amazonia brasileña
y que sus documentos son profundos y esclarecedores.
“El objetivo de la Curia en invitarlo
a Venezuela fue para que profundizara en la espiritualidad ignaciana con
énfasis en América Latina, y en el caso venezolano ofrecernos líneas para
nuestra misión”. El padre Jaramillo se valió de dos documentos claves: “Entre
la indignación y la esperanza” relacionándolo con los ejercicios espirituales
para que nos preguntáramos cuál es el sentido de nuestra labor y con el segundo:
“Una misión para el cuerpo, un cuerpo para la misión”, donde integra la fe, la
justicia y la colaboración para desde el enfoque espiritual ignaciano trabajar
porque impere la justicia dentro de las obras de la Compañía en el mundo, con
acompañamiento, servicio, reflexión, investigación, sensibilización, concientización,
influencia y transformación aliándonos en redes internacionales en cinco áreas
claves: educación, universidades, centros sociales, migrantes e indígenas.
Jaramillo invitó a cada uno de los
presentes en Los Teques a reflexionar en el medio de la complejidad de nuestros
países latinoamericanos, y muy especialmente en Venezuela, a visualizar una apuesta
a largo plazo articulada a proyectos donde se sueñe por un mundo donde exista
la inclusión, equidad y justicia desde la misma fe con valores cristianos como
sustento.
Suárez expresó que “Fueron tres días
para tomar aire y nuevos impulsos con el fin de seguir creando en nuestros
espacios solidaridad y tener claridad que en conjunto podemos lograr más. Jaramillo
invitó a cada uno a preguntarse ‘dónde puedo dar o apoyar’ y estar consciente que
Venezuela nos necesita. Fue clarificador comprender que aceptando los retos se
puede ser feliz porque en la convicción de la fe se pueden hacer las cosas de
mejor forma y con trascendencia. Ya que el compromiso adquirido está en vivir
el Evangelio con la idea de ayudar y construir un mundo mejor”.
Para finalizar el resumen de lo
vivido en el encuentro, Eddy comentó que el padre Jaramillo guio al grupo a
trabajar con el método de la oración ignaciana, que desde cualquier espacio o
realidad nos permite preguntarle a Dios ‘qué quiero yo de mi vida’, en un
ambiente de respeto y paz. Quizás Eddy reza al compás de cualquier música
porque es un apasionado melómano.
MFMR
Foto Blanca Díaz, Casa de Ejercicios Quebrada de la Virgen
en Los Teques
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