Conversar con Rafael Vicente Aguilera Viloria es hacerlo con “El viejo” de la
unidad de administración, finanzas y recursos humanos del Centro de Salud Santa
Inés (CSSI). Es alto, delgado, con lentes, bigote muy negro, sin tinte, lo que
demuestra que no es viejo si no que trabaja con más chamos que él, y a esto se
suma que cuenta con una grata sonrisa. Tiene la gentileza del verdadero
caraqueño.
Es el contador del Centro desde hace ocho años y llegó por “carambola”,
como él mismo expresa. Trabajaba con Marcos Romero en el equipo de outsourcing del área a Santa Inés, y
hubo la vacante y Bernardo Guinand lo incorporó a la nómina.
¾”Registro todas las operaciones
del CSSI y emito los reportes necesarios para sus análisis. Me gusta esta
contabilidad porque es muy limpia, no hay nada oculto, todo está justificado”,
dice.
A pesar de tener que levantarse a las 4:30 de la mañana en esta
convulsionada ciudad, y todos los días tomar una camionetica y el Metro para
poder llegar a la hora a Montalbán, lo hace con gusto porque le encanta el
ambiente laboral de su unidad. “Me siento feliz rodeado de Melisa, Pedro y
Humberto que son pura energía y juventud, y eso se contagia aunque ellos me
llaman viejo”.
Rafael estudió en el Colegio Universitario de Caracas en la esquina de
Jesuitas en el centro de la capital donde funcionó la primera sede de la
Universidad Católica Andrés Bello. Hizo carrera en el Banco Venezolano de
Crédito, en el Banco Tequendama, Federal, Federal Mercado de Capitales y
Arrendaven.
Oportunidades
Para él la diferencia de Santa Inés con otras instituciones consiste en que:
¾“Aquí hay mucha ayuda, tu familia
puede estudiar, contamos con los servicios de salud y aparte tenemos una buena
póliza y tenemos garantizado dos aumentos salariales al año. En fin, que la
palabra que define a Santa Inés es oportunidades”.
¾“Además, participamos en una
convivencia anual, que este año lastimosamente no se pudo realizar, donde escuchamos
charlas con fines formativos y discutimos nuestras fortalezas y debilidades,
que nos ayudan a mejorar el servicio que prestamos. Poco a poco se nos va
inculcando una filosofía relacionada con la mejor atención al paciente y la
pulcritud que debe existir en un centro de salud”, continúa Rafael.
¾ “¿Qué cómo quiero ver a Santa
Inés y al Parque Social en un futuro? Te diré: con canchas deportivas, un
parque infantil, quizás una guardería y más
servicios para el personal y los usuarios.”
Rafael cuenta que su grupo de compañeros de finanzas organizaba todos los viernes una reunión. Hacían una vaca,
compraban pasapalos y cervezas para relajarse de semana laboral tensa, pero que
por situación del país y la inseguridad esos encuentros se han ido apagando.
Pero sí continúan reuniéndose los mediodías en los espacios abiertos que llaman
“P…club” donde conversan con otros miembros del Centro.
Y cambiando de tema, Rafael nos pregunta: ¿Te acuerdas de César Miguel
Rondón…? Pues éste es el país de las mujeres y Santa Inés está comandado por un
trío femenino: Mariana, Ana Clara y Betzabeth, pero eso sí el timón lo lleva Bernardo.
Pero no todo es trabajo. ¿Qué haces en
tus ratos libres? “Me ocupo de mi casa –tiene
un hogar constituido desde hace 25 años con su esposa Yasmín y un hijo de 23
años que se llama Rafael Alejandro que estudia Publicidad y Mercadeo-corto el
monte y reparo cosas pero solo los fines de semana pues de lunes a viernes
llego del trabajo, me baño, ceno, veo un poco de televisión y a dormir”.
Rafael comenta que él fraterniza con el
personal de radiología, laboratorio, enfermería y por supuesto con el suyo y
que quizás lo logra por su personalidad, lo que considera un privilegio. Para
finalizar, enfatiza que la mayor virtud de Santa Inés radica en su personal, aunque
aún falta mejorar sabiendo que es difícil hacerlo dada la situación negativa
del país”.
Texto de María Fernanda Mujica Ricardo
Fotos de Ana Gabriela Páez
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