domingo, 15 de noviembre de 2015

La entrevista de la semana con la doctora Delia Fuentes

Delia Fuentes, la gastroenteróloga, es una mujer de sorpresas


“Me apasiona lo que hago”

Uno arma en su cabeza cómo iniciar una entrevista, y como los días son cambiantes, sino se empieza a tiempo a escribir, el encabezado puede ser otro.
Hoy viernes murió una amiga de la infancia, y de qué, pues de cáncer, esa enfermedad que se lleva a tanta gente buena y querida.
Y resulta que la entrevista de esta semana del Parque Social UCAB, es con la especialista Delia Fuentes, una médico que se dedica a prevenir el cáncer en las vías digestivas y que está muy preocupada porque en el Centro de Salud Santa Inés UCAB, son muchos los pacientes del oeste de la ciudad que “llegan con patología tumoral en colon y esófago, que son detectados cuando vienen remitidos para realizarse una video endoscopia. No sé la causa que los predispone a sufrir de cáncer estomacal, realmente abre el camino para una investigación más a fondo. Generalmente, el cáncer de colon se da en un estatus socioeconómico más alto. En el caso del cáncer de estómago, es en el estado Táchira donde hay mayor incidencia y eso está relacionado con factores geográficos asociados a la calidad del suelo”.  
“Yo vengo de un hospital Oncológico del Cementerio hoy llamado ‘Servicio Oncológico Hospitalario del IVSS’, llamada anteriormente la Sociedad Anticancerosa. Me gradué en la UCV en 1977 en la Escuela Luis Razetti, y desde tercer año de Medicina cuando estudiamos las materias clínicas y uno viste la bata para ver al paciente, la primera que cursé fue la de Gastro con el doctor Moisés Gelrud y me quedé enamorada de las patologías al ver por primera vez una endoscopia de estómago con fibra óptica. En las prácticas que eran en el Hospital Clínico Universitario veía muchos cirróticos y pacientes con abscesos hepáticos y eso me interesó: ‘me apasiona esto’. También me atrajeron la Dermatología y la Medicina Interna”.
Y uno se pregunta cómo una persona que parece una muñeca de porcelana, pequeña, de tez muy blanca y siempre con su cabello corto peinado en forma perfecta puede cuadrar con dedicarse a pacientes con cáncer, en esa dura lucha entre ciencia y emociones humanas.
Recién graduada, Delia hizo su internado rural rotatorio en un centro de salud en Santa Lucía y los dos años del internado del pregrado en Machurucuto, también en el estado Miranda.



–– ¿Por qué razón siempre se ha dedicado a la Medicina Pública?
––Probé la privada un año y no me gustó. No estudié Medicina para lucrarme, solo quería hacer bien al prójimo. Prefiero servirle a la gente pobre, “me llena y también es más agradecida”. Ahora tengo el problema que no sé qué recetarle a mis pacientes y a diario hay que inventar y crear”.
Fuentes empezó a trabajar en Santa Inés UCAB en mayo de 2012, en ese año había dejado su trabajo en la Sociedad Anticancerosa donde estuvo en el Hospital desde 1983 hasta 1998, y fue directora en la Clínica de Prevención del Cáncer desde 1998 hasta el 2008,  y regresó al Hospital en el 2008 hasta el presente.
Cuando dejó la Sociedad Anticancerosa trabajó en otros centros como “Somos Salud” en Chacao (que ya no existe) y en Servidiap del Ministerio de Relaciones Interiores donde se ven los policías, fiscales y sus familiares. En ese tiempo, en la Unidad de Extensión de la Facultad de Medicina de la UCV se estudiaba el Diplomado de Endoscopias Digestivas y ella dictaba las materias de Técnica de colonoscopia, Colonoscopias difíciles y Cáncer de colón. En el año 2011 se impartió el último diplomado y su colega, la doctora María Auxiliadora Vezga, gastroenterólogo fundador de Santa Inés, cursó el Diplomado y en una conversación entre clases, le propuso que se sumara al equipo con ella y la doctora Zaida Bulla.
La doctora Delia fue entrevistada por Bernardo Guinand, Mariana Borges y la doctora Berrizbeitia y esperó un largo tiempo hasta que la llamaron para que se incorporara como especialista.
Ella cree fundamentalmente en la educación para prevenir el cáncer y entre los años 1984 y 2008, se ocupó de dictar conferencias por el país en instituciones públicas y privadas. También trabajó con Avon y sus unidades móviles donde se practicaban citologías y exámenes de mamas.
Diariamente y siempre bien peinada y con su bata blanca impecable Ariel, viene a Santa Inés en las mañanas y en las  tardes va al Hospital Oncológico del Cementerio. “Estoy muy dedicada a Santa Inés. Me ponen muchas endoscopias y a veces me agoto. Yo luché por cambiar el equipo de Endoscopia y me siento muy identificada con el Servicio. Bernardo Guinand y yo, fuimos juntos a buscar donantes y allí conocí la pasión y el amor con el que trabajaba. Es una persona de una sensibilidad especial. Cuando pasaba a saludar diariamente por los servicios médicos siempre tenía una sonrisa en su rostro”.

Comunicar la enfermedad
“Yo nunca me imaginé que iba a trabajar en un Oncológico, no quería saber nada de esta enfermedad. Me afecta la estima cuando se me muere un paciente. El contacto con la muerte es difícil. Siempre hay que hacerle saber al enfermo y a sus familiares la situación.
Mi madre falleció de cáncer en 1997 y también he perdido muchas amigas por este mal. Después que yo viví la enfermedad de mi mamá, les transmito más fortaleza a mis pacientes y soy de las que pienso que contra el cáncer hay que luchar hasta lo último pues siempre va a quedar la duda de si no hice esto o aquello. Como médico e hija traté hasta el final de seguir buscando nuevas vías para curar a mi madre, hasta que la médico tratante me dijo ‘basta, ya no hay nada que hacer’, y me sentí muy mal y por ello pienso que mis colegas deben aprender a hablarle al paciente y a los familiares con menos dureza”.
Delia confirma que le gusta trabajar en el Centro de Salud Santa Inés UCAB porque el funcionamiento y el servicio que se presta a la gente de escasos recursos es de calidad y buena atención y el personal tiene mística, y en su mayoría, está identificado con la misión de Santa Inés. Sueño con que tengamos otro piso y que nuestra especialidad tenga un área especial para endoscopias, que esta sea amplia y cuente con un espacio de recuperación para los pacientes.

Sus otras pasiones
Es casada con un administrador jubilado de la UCV. El matrimonio tuvo una sola hija que les ha dado un primer nieto que se llama Sebastián. También tiene tiempo para cuidarlo y así ayudar a su hija que labora como psicóloga.
A la doctora le encanta viajar y además le gusta ir muy frecuentemente a la peluquería. Dice que no se hace las uñas porque por el uso de los guantes no vale la pena, pero en sus manos pequeñas destacan sus uñas cortas y pulcras.
Proviene de un hogar humilde de cinco hermanos, uno de ellos ya falleció. Narra que tiene un primo que es un prodigio en música y que ella viéndolo tocar cuatro aprendió a hacerlo, también ella toca el piano, pero dice no hacerlo tan bien.
Su gusto por el cuatro le ha hecho coleccionarlos. “Tengo uno para conciertos y dos eléctricos, uno de ellos acústico”. Médico y músico, buena combinación. Estamos seguros que a muchos pacientes también les provocaría oírla tocar.



Fotos Carolina Fernández y Walter Otto
Entrevista María Fernanda Mujica Ricardo


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