Luz es la sencillez
Contribuir a que el Derecho
sea instrumento de la justicia
“Nosotros somos un
instrumento de transformación social y de cambio porque hemos tenido una gran
cantidad de recursos afectivos y de estudio para hacerlo y serlo. Además,
estamos obligados por nuestra profesión; y a eso se suma que, al trabajar en
resolución de conflictos, tenemos que deponer actitudes radicales e
intolerantes dado que nuestro deber es sembrar conciliación, sobre todo en los
estratos donde se vive con más violencia. Y eso es lo que me motiva trabajar
aquí, donde el Derecho puede ser un instrumento para conseguir justicia”.
Quien así habla es la profesora Luz María Gil, a quien tanta gente busca los martes en Clínica Jurídica
para esclarecer sus asuntos legales y en especial de Familia, y ella, en forma suave, risueña
y con mucha paz los atiende con humanidad y sabiduría. Luz María se inició en
Clínica hace 17 años. Primero estuvo en La Vega y luego pasó 15 años en Petare
donde al inicio funcionaba en la Prefectura y después lo hizo en las llamadas “Las casas del pueblo” de
Petare, que pertenecían a la gobernación del estado Miranda. Allí iba todos los miércoles, al
lado del Hospital Pérez de León, donde “tuve experiencias con todas las
gobernaciones de turno. Cuando Diosdado Cabello fue gobernador, el Prefecto de turno nos relegó a
un trastero a atender al público de pie; cuando el mismo se dio cuenta que la gente salía satisfecha, cambió su actitud y se solidarizó con nuestro equipo y entonces, fuimos bien acogidos por la junta
parroquial e hicimos llave para prestar el mejor servicio legal posible a la
gente. Es que uno trabaja con mucha sencillez, don de gente y con valores, por lo que a la final siempre nos abren los espacios”.
El abogado necesario
“He tenido la suerte de
tener alumnos de tendencia oficialista y de oposición, pero lo importante es
que en la formación ayudemos a que los abogados ejerzan la profesión en
atención a los valores y no a las formas. Por eso, es que no debemos enjuiciar
al que no piensa igual a uno.
Nuestro propósito como
formadores de los gestores de la justicia está en que el estudiante (ya en
el último año de su carrera) sea
calificado y comprometido, porque la gente que acude a Clínica Jurídica ya ha
pasado por un largo periplo en búsqueda de que le solucionen sus problemas
legales. En general, ya han ido a la Presidencia de la República, la Defensoría
del Pueblo, a la Fiscalía General y no ha sido atendida o, muy probablemente,
le han dicho que sus derechos no pueden ser ejercidos. Entonces, aquí en
Clínica, conseguimos encauzar ese Derecho y para ello, el alumno tiene las
herramientas conceptuales y de formación integral. Percibo que casi todos los
que pasan por la materia durante un año, en que son evaluados permanentemente
sobre su compromiso y su responsabilidad, mejoran como abogados, porque aprenden
a resolver los casos con base en la investigación. El aprendizaje a través de
la experimentación es fantástico para la formación de nuestros alumnos porque aquí
está la verdadera enseñanza”.
Luz María Gil, tan blanca
de tez como es su transparencia en pro de la verdadera justicia, trata de
enfrentar las situaciones de conflictos con equilibrio, respeto y suavidad hacia
los otros, enmarcada en su fe en Dios.
Cuando comenta sobre el
Parque Social UCAB dice: “las personas que llegan a Clínica, generalmente,
desconocían estos espacios y es grandioso cuando descubren que aquí se le oye, se
les reconoce y reciben respuestas en contraste con lo que experimentaron en los
entes del Estado que visitaron con anterioridad”.
Finalmente, su ferviente
deseo es que el Parque Social UCAB siga tejiendo redes, organizando más
actividades y creciendo en alcance y profundidad.
Toda una
guara
Proviene de una familia
larense de siete hermanos y comenta que “tengo mucho vínculo con mi
gentilicio”. Seguro por ello es que ama la música y dice ser fanática de Simón
Díaz. Su madre es la administradora del bufete de su propiedad.
Para ella el elemento de
la religiosidad es parte de su vida. “Debemos ir hacia la espiritualidad para
poder salir de esta situación tan compleja y creo que el papa Francisco
representa el liderazgo de una iglesia comprometida”.
Es madre de tres hijos y
tiene tres nietos. El día de la sesión fotográfica tuvo que llevarse a uno de
ellos a Clínica porque no abrió la guardería, y mientras atendía a una persona,
su compañera Mayra Zamora lo estaba distrayendo. Tiene un hijo politólogo graduado
en la UCV y dos abogados egresados de la UCAB, como ella y su papá.
Al fotografiarse con su
hermoso nieto dijo: “Soy una abuela empedernida y el estado ideal es el de la abuelitud".
La alegría que da un nieto
Entrevista María Fernanda Mujica Ricardo
Fotografías Carolina Fernández
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