martes, 9 de junio de 2015
LA EDUCACIÓN MEDIA EN ESTADO DE ALERTA.
En la actualidad, las distintas sociedades de los países del mundo atraviesan un sinfín de situaciones apremiantes y complicadas en muchos casos; las cuales dadas las circunstancias requieren acciones y soluciones que se adecuen a las problemáticas, en virtud de solventarlas a cabalidad. En Venezuela, de acuerdo al contexto en el que está inmersa la ciudadanía, donde los principales afectados son nuestros jóvenes, el camino que puede brindar una solución real a fondo, indudablemente es La Educación.
Es necesario elaborar políticas y tomar acciones que fomenten la culminación exitosa de la Educación Media. Los jóvenes fuera de la escuela son un problema de alcance global que agudiza los distintos episodios que presenta la difícil situación que atravesamos. Hay que mejorar los sistemas de inclusión y la equidad educativa. Analizar sus escenarios en la prospectiva de los próximos años, precisando cuáles son los cambios de formato y aprendizajes para el mediano plazo. Revisar si se cumplen las expectativas en este nivel, si son considerados los jóvenes sujetos de aprendizaje, escuchados y tomados en cuenta en el día a día de los liceos, saber si se respeta la diversidad y complejidad juvenil, también si se articula y dialoga con el mundo del trabajo.
El abandono de la secundaria del 56% de los jóvenes entre 15 y 19 años, es alarmante, ya que afecta más de 700 mil jóvenes, limitando la capacidad de elegir su futuro, orientándolos a opciones inmediatas, generadoras de hábitos perjudiciales, instauradoras de comportamientos asociados al facilismo, situaciones impropias y aberraciones (delincuencia y criminalidad), que desvirtúan la esencia de ser joven.
Poco a poco la escuela ha dejado de ser un factor de peso para la calidad de vida, el factor diferencial lo hace el joven que si disfruta, va a la escuela. El desafío es enamorar a nuestros jóvenes con la educación. La escuela tiene que recibir a todos los jóvenes. Idear modelos de adaptación escolar atractivos, que entusiasmen a la juventud. Promover estrategias para que los jóvenes se sientan parte y los adultos no sean indiferentes. Trabajo conjunto entre entes rectores de educación, organizaciones sociales y ciudadanía.
Ante la complejidad de los problemas sociales, hay que pensar los abordajes territoriales. Los grandes logros de políticas siempre están precedidos de luchas sociales. Hay que intensificar la participación activa en la educación, así como articularse con otros actores que comparten éstos desafíos.
La gran inversión que debe hacerse, tiene que estar orientada a desarrollar un adecuado talento humano en los adolescentes encaminados hacia su integridad, capacitación cognoscitiva, rescate de valores y buenas costumbres, formación técnica para insertarse adecuadamente en el mercado laboral y abrir espacios de participación, desenvolvimiento y disfrute responsable para nuestra juventud.
Fuente: Ríe joven
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