Es una de las profesoras que diariamente se encarga de
educar y guiar a los estudiantes del quinto año de Derecho (UCAB) en la Clínica
Jurídica Padre Luis María Olaso, s.j. Es madre, mujer trabajadora de formación
mariana y fiel creyente del trabajo social que se ejecuta en el Parque Social
P. Manuel Aguirre, SJ.
Ad Honorem
Cuenta que empezó trabajando ad honorem en Clínica
poco después de haberse matriculado como abogado en la UCAB. Su ingreso a ella se
dio por el reencuentro con un apreciado amigo que ya trabajaba allí y la
entusiasmó para que se postulara como profesora. Sin embargo, aunque fue aceptada,
solo le plantearon trabajar un cuarto de tiempo y sin remuneración económica.
Poco a poco le fueron aumentando las horas, hasta que al cumplir el año, le
ofrecieron el tiempo completo. Oficialmente es catedrática de la materia de
Clínica Jurídica desde octubre de 1998.
Educar es amar
Una trayectoria de 17 años dibuja la sonrisa de Mayra,
quien confiesa que trabaja más por vocación que por remuneración. Durante
varios años brindó asesoría legal a la Parroquia Jesús Obrero en Catia y también
a la Unión Vecinal de Pérez Bonalde, donde gracias a la ayuda del líder vecinal
William Requeno, el equipo pudo contar con un espacio para prestar la atención
jurídica.
Es formada, con posgrado y especialización, en Derecho
del Trabajo y funge como profesora a dedicación exclusiva de Clínica Jurídica.
Cuando habla de su misión como docente la define compleja porque no solo se
trata de enseñar a los estudiantes, sino de atender al usuario, lo que converge
en la dualidad de ser profesor-abogado. Su norte es que sus alumnos al aprobar
la materia salgan formados desde una perspectiva humanista. Para Mayra, en Clínica
Jurídica no solo se ofrece asistencia, sino que se educa a la comunidad;
mediante el buen trato, la calidad del servicio y la pronta respuesta. Insiste
en que por ser gratuita, la ayuda no es menospreciada. “Mi trabajo es el camino
correcto para hacer lo que me gusta desde la vocación social”, comenta.
El Parque
“Para mí el Parque es mi vida y educar es amar”, dice.
Y para la profesora Zamora vale mucho que la gente de su equipo siempre esté
sonriente– y agrega– que no le cambiaría nada al Parque Social UCAB.
Más que abogado
Mayra está casada con un abogado y tienen tres hijos. Sus
tiempos libres se los dedica, exclusivamente, a su familia. Le gusta la cocina
y la usa para consentir a sus hijos. Le encanta hacer ejercicios y con
frecuencia sale a caminar.
Texto y fotos: América Cañizalez
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