Su lazo con la UCAB radica en la posibilidad que tiene la universidad de hacer un trabajo social, sincero, objetivo, con impacto y sostenible. De nariz aguileña, piel muy blanca, pelo lacio y hablar pausado es la profesora Griselle Arellano, otra integrante valiosa del Parque Social
Griselle
Arellano no necesita que le hagan preguntas y menos sobre el tema social, al
que ella, desde que estudiaba Educación en la UCV, concibió como su compromiso
de vida. Pero fue un jesuita, Jean Pierre Wyssenbach, el que la inició en estas
lides junto a otros compañeros ucevistas de carreras diversas como Biología,
Estadística y Teatro, que se animaron a subir a la escuela “Esfuerzo y
Progreso” en el barrio El ¾La Vega¾a ayudar
todos los sábados. Para llegar había que subir 300 escalones. Hoy en día se
define como una constructora de paz.
Tiene
dieciséis años en la escuela de Educación de la Católica donde dicta las
cátedras de Prácticas No Convencionales y Prácticas de Observación. Es egresada
de la UCV con maestría en Orientación de la UCV y, con la tesis pendiente para
obtener el doctorado en Educación en la Universidad Interamericana de Panamá.
Es jubilada desde hace cuatro años del Ministerio de Educación como directora
(con 27 años de servicio).
Desde hace cuatro años se incorporó al Parque
Social UCAB donde trabaja en el área de Proyectos Pedagógicos y Servicio Social
de la escuela de Educación, coordinando la parte pedagógica
de las Olimpíadas de Lengua y Matemática en las escuelas de la parroquia de
Antímano, desde hace tres años; y desde hace dos, labora en La Pradera en el
proyecto “Nacer aprendiendo” que lidera Proyección a la Comunidad por la UCAB
en alianza con el Dividendo Voluntario para la Comunidad.
–– ¿En qué consisten estas Prácticas?
––La Prenatal
consiste en la atención educativa en los espacios familiares y comunitarios con
el propósito de que el alumnado comprenda que el radio de acción de la
educación infantil es muy amplio y, que a través de las Prácticas puede
orientar a las familias en el desarrollo
infantil para favorecer la calidad de vida de los niños desde que están en el
vientre de las mamás, sus cuidados y sus futuros procesos de aprendizaje. También
a las futuras madres se les instruye en el marco legal de sus deberes y
derechos.
Las Prácticas
de Observación pueden llevarse a cabo en aulas hospitalarias, ludotecas (salas
de juego), en ambulatorios, multihogares
y en espacios de recuperación nutricional.
“Un buen
educador debe tener la visión de trascender en la formación del otro; y es
impactando a la familia como mejor se logra. Por eso, nuestra labor con las
Prácticas es lograr influir en las comunidades de La Vega y de Antímano para
que sean agentes de cambios positivos”.
La profesora
Arellano recuerda su labor social en el pasado, en la hoy escuela “Araguaney”,
que antes se llamaba “Luis Herrera Campíns”; en el Materno Infantil “Pastor
Oropeza” de Caricuao donde con estudiantes de Educación de la UCAB de Prácticas
Profesionales desarrollaron proyectos de carácter social y educativo, entre
ellos, la creación de la Ludoteca hospitalaria, la Bebeteca y la humanización
de las salas de pediatría.
––Desde
siempre he buscado la relación teórico práctica con los estudiantes y con ellos
hemos logrado “ese binomio maravilloso”. Es tanto así, que sus experiencias los
transforma en lo personal y por ende, se comprometen de por vida al trabajo
social.
–– ¿Qué diferencia al Parque Social UCAB?
––Para mi es
vida. Lo veo en este espacio que tiene jardines con flores, una fuente de agua,
es un ambiente expresamente ecológico que está conectado con lo humano, también
es profundamente humano porque las personas se sienten respetadas; la
diferencia está en el trato, en la calidez, en la solidaridad y el servicio de
calidad. Yo aquí también me siento valorada y siempre estoy aprendiendo. No he
sentido la división partidista; se respetan las posturas.
–– ¿Cómo te gustaría ver al Parque Social UCAB en el futuro?
––Con más
servicios, con más personas atendidas, que por sus precios más accesibles
puedan llegar más personas. Quiero verlo crecer como los árboles; que fuese un
centro de formación para el personal de las áreas de salud.
–– ¿Qué otras cosas te gustan hacer?
–- Atender a mi
hijo Amílcar que tiene 20 años, él estudia Turismo y es futbolista. Me encanta
viajar, conocer paisajes naturales; la música (el jazz, la salsa, la del
Caribe, la africana). Y cuando puedo me gusta dormir y dormir.
Más de lo social
Griselle comenta
que se pueden lograr metas y sueños debido al trabajo multifacético que se hace
en el Parque Social con médicos, abogados, las hermanas, psicólogos, maestros.
Expresa que
su lazo con la UCAB radica en la posibilidad que tiene la universidad de hacer
un trabajo social, sincero, objetivo, con impacto y sostenible.
“Yo llegué a
la UCAB por el psicólogo Leonardo Yánez que era profesor en la escuela de
Educación- él ahora está en Holanda donde dirige la Fundación Bernard Banlir
que trabaja por la infancia a nivel mundial. Fue Yánez quien introdujo las
materias no convencionales en la escuela de Educación hace dieciocho años.
Como
experiencia siente que trabajar en las Olimpíadas le ha dado una oportunidad
única para que los niños de las escuelas de Antímano puedan obtener herramientas
en el aprendizaje de lengua y matemáticas; también ha sido posible actualizar a
los maestros en las prácticas pedagógicas donde ellos mismos han construido una
metodología de trabajo que les permite reflexionar y mejorar en la enseñanza de
estas materias. Este año participaron 1.780 niños y 500 llegaron a clasificar.
Los resultados han sido favorables y se han visto los avances en los niños en
estas áreas fundamentales.
Texto: María Fernanda Mujica Ricardo
Fotos: Ana Gabriela Páez
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