Abordamos sin previo aviso a la hermana Lupe para entrevistarla en la central de atención al paciente del primer piso de Santa Inés, y respondió a nuestras preguntas.
––Cargo, función y antigüedad.
––Tengo diez años trabajando en el Centro de Salud Santa Inés, pero la verdad es que son trece años, dice María Guadalupe Lecumberri Ripalda (vasca por los cuatro costados) y perteneciente a la congregación Misioneras de Jesús en Petare donde vive desde que llegó a Venezuela. Fue el P. Luis Ugalde quien la buscó para que dirigiera el equipo de enfermeras del centro de salud Santa Inés que iban a fundar los jesuitas de la UCAB, pero ella siempre le respondía al amigo que hasta que no se jubilara del hospital Pérez de León no iba a trabajar en otra parte y así fue como empezando el año 2001 ocupó el cargo de “coordinadora de enfermeras, toera, suplente y responsable de los insumos que entran y salen de aquí”, dice Lupe aderezando su lenguaje con dichos y refranes.
La que se inició como coordinadora de enfermeras y hoy lo es del depósito de medicinas y enseres del centro de salud, en cuyo espacio todo está milimétricamente ordenado y también decorado con afiches coloridos de la naturaleza venezolana, es una mujer que vivió la época dorada de los hospitales del país y evoca con añoranza los veinte años que pasó en el Pérez de León como coordinadora de la Unidad de Cuidados Intensivos, al lado del doctor Luis Gómez Méndez del que dice que era “A, número 1”.
La hermana Guadalupe estudió el pregrado de Enfermería en la Cruz Roja y el postgrado de Terapia intensiva pediátrica en el hospital JM de Los Ríos. Eran años de mucho rigor en la carrera y nos explica cuántas gotas caben en un macrogotero y cúantas macrogotas tiene una gota y continúa con las minigotas pues explica que por un error de medida en un medicamento un niño en hospitalización puede verse muy mal.
La labor e inspiración de Lupe
Guadalupe recorre en Metro la ciudad de este a oeste todas las mañanas y al regreso, después de su faena, el periplo es al revés. Los jueves prepara los pedidos y los viernes los entrega a Betsabeth Requena en Administración de Santa Inés por estricto orden alfabético, y nos enseña las tablas que hace en hojas de papel bond. “Me gusta el orden. Elaboro listas para insumos de RX, cardiología, odontología, líquidos fuertes y farmacia. Jamás espero a tener fallas de productos y practico el ver, pensar y actuar mientras me digo Dios tenme paciencia”.
Esta mujer alta, blanca, de ojos azules, llegó a los 21 años, en septiembre de 1964, a Caracas a trabajar en Villa Loyola del colegio San Ignacio, y allí tuvo una caída que le ocasionó fracturas en la columna, pero fue muchos meses después, debido a los fuertes dolores que sufría cuando sus hermanas de congregación se enteraron y la trasladaron al hospital de la Coromoto en Maracaibo donde fue intervenida dos veces. En ese tiempo sólo existían como diagnóstico las placas de RX y la sabiduría del médico.
No sólo de la salud se interesa la hermana Lupe, ella trabaja todos los días de la semana en la Pastoral de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Petare, en la entrada del barrio José Félix Ribas, donde se ocupa de los catequistas, de los muchachos que se van a confirmar y de sus padres. Y así nos responde cómo sus días se hacen diferentes.
Para explicar las razones por las que el Parque Social UCAB se distingue, nos relata que ella cuenta los billetes de 100, 50 y 20, que los usuarios donan en la capilla y muchas veces ha recogido hasta 450 bolívares diarios que se los lleva a la hermana Pari para su trabajo. Otra vez vino una señora a buscarme para regalar a Santa Inés, por lo bien que la atendieron y por el buen funcionamiento que existe, “y yo la llevé a Administración a hablar con Bernardo”. Pero a pesar de estos ejemplos, dice que el mundo ha cambiado mucho pero que hay que seguir luchando.
––Describa al Parque Social en una frase.
––Humano.
–– ¿Qué hace en sus ratos libres?
––No tengo ratos libres, salvo cuando voy a casa, como y descanso. Me gusta estar siempre activa. Hago labores como coser, bordar, en fin, realizo de todo.
––Cuéntenos algunas de sus anécdotas en Santa Inés UCAB.
––Anualmente, aquí se hacía un encuentro del personal y me gustaba mucho pues salíamos fuera de Caracas desde el viernes en la tarde hasta el domingo, pero este año no lo hicimos. Comprendo que hoy el equipo tiene compromisos familiares y sobre todo pesa lo económico. También me gusta que aquí en Santa Inés se cumplen las normas. “Aquí no pelan una”.
Antes de terminar nuestra entrevista, la hermana nos narró que cuando ella finaliza el día pasa su película de lo hecho y allí corrige lo que no estaba bien, tanto en lo espiritual como en lo material, porque todo ser humano se divide en tres partes: una biológica, otra psicológica y otra espiritual, y así nos despide.
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