jueves, 21 de noviembre de 2013

Las sonrisas de Haydée son pura humanidad

Tiene un rostro sonriente, y mientras más lo hace, más pequeñitos se le ponen los ojos. Posee un trato suave para todos los que acudimos al Laboratorio de Santa Inés. Y cuando no está en sus horas laborales comparte una sabrosa conversación con sus compañeros en la llamada placita o el club, después de almuerzo y en esas horas que aún muchos salen a respirar unas bocanadas o a tomar la merienda.
Haydée Torres tiene seis años trabajando en Santa Inés, mientras responde se ríe, y eso es bueno y contagiante. A su vez, saborea un chicle.




––Describe su labor sin parar. “Llego a las 7  de la mañana para facturar los exámenes y atiendo a los pacientes hasta las 10 AM, después de esa hora empiezo a entregar los resultados. También preparo los informes mensuales del laboratorio y de los pacientes que vienen por el Seguro Mercantil y por convenio”, responde Haydée.

–– ¿Qué te inspira trabajar aquí?
––Muchas cosas: los compañeros, los mismos pacientes, la cordialidad, el buen trato. “Todo se hace humanamente”.

–– ¿Y qué diferencia al Centro de Salud Santa Inés de otros ambientes laborales?
––El trato, el compañerismo, el querer ayudar a las personas, la paciencia.

–– ¿Y tienes siempre paciencia?
––Mayormente sí-dice, y vuelve a reír.

––Describe a Santa Inés en una frase.
––Unión.

–– ¿Cómo deseas verlo en el futuro?
––Más grande y con más servicios, pero de resto igual.

–– ¿Qué haces cuando no estás en Santa Inés?
––Estoy en casa con mi esposo y mis hijos. ­Tengo un varón de 4 años y la niña tiene 6; y con ellos, todos los días,  hay algo diferente.

–– ¿Qué te gusta hacer en tus ratos de esparcimiento?
––Compartir con mi familia es lo que más me gusta. Nos encanta salir a pasear los fines de semana siempre que podemos; a veces las actividades especiales de los niños nos ocupan los sábados.

––Puedes contarnos alguna anécdota que te haya sucedido en tu trabajo.
–– (Vuelve a reírse y dice que sí y fue con Pari). Resulta que la licenciada Ovilia (la jefa) estaba en un congreso y la hermana Pari vio que había mucha gente y los pacientes estaban parados dentro del laboratorio; entonces trancó la puerta con seguro y dijo que sólo podían estar adentro los que pudieran estar sentados. Como lo hizo fue especial.

Así termina esta entrevista porque su esposo la esperaba en la estación del Metro de Antímano pues ya había pasado la hora de salida.



Texto: María Fernanda Mujica

Fotos: Ana Gabriela Páez

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