Francisco Rondón volvería a estudiar Medicina
El paciente agradece cuando
es bien atendido en los hospitales
Traumatólogo con diplomado en
pie y tobillo. Es buscado en Santa Inés por muchos pacientes que conocen de su
humanidad y profesionalismo. Es de Coro. Estudió la Básica y Bachillerato con los jesuitas en Ciudad Guayana, y desarrolla su carrera en
Caracas. Valora la familia y los buenos principios que recibió de su hogar. Practica muchos deportes.
Médico de vocación
Quería ser ingeniero debido al ejemplo paterno y
por vivir en Ciudad Guayana, lugar de albergue de las industrias básicas del
país. Pero al final del bachillerato, cuando le tocó realizar su labor social,
la mamá de un compañero que era enfermera en el Hospital “Huya Par”, les abrió
las puertas para cumplir con sus horas sociales, y esa vivencia cambió su
vocación. “Junto a cuatro compañeros, asistía todos los domingos a Emergencia
Pediátrica y me fue gustando la atención al paciente y ‘ese toque humano de la
profesión’. Eran las 7 de la noche y quería quedarme. También estuve en
Emergencia de adultos y puse inyecciones intravenosas, limpié heridas y me dije
‘creo que me gusta la Medicina’”.
Su papá era ingeniero en la empresa Alcasa y su
mamá era secretaria de un grupo de médicos. “Al graduarme de bachiller, decidí seguir
Medicina y para mi mamá fue un shock porque sabía cómo se sacrificaban los
médicos y le preocupaba si podría afrontar los costos de mi carrera. Mis padres
para el momento ya se habían divorciados. Ella es de Coro, mi papá de Cumaná y
los dos se habían conocido en la Universidad de Zulia donde estudiaron.
Nosotros somos tres hermanos varones, el mayor es ingeniero eléctrico y el del
medio es ingeniero civil.
“Piénsalo bien”, le
decía su mamá cuando Francisco seguía con su idea de cursar Medicina, y
respondía “quiero, y es lo que me gusta”, tenía solo 16 años. Presentó examen
de admisión en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Experimentalxperimental Francisco de Miranda y fue aceptado en
las dos pues como bien dice “A Dios gracias, era bien aplicado”. Escogió
estudiar en Coro porque contaba con condiciones a su favor. Viviría con su
abuela materna y también tenía una tía pediatra que lo ayudó con una bolsa de
trabajo.
“Coro es una ciudad muy tranquila para estudiar,
aunque aún pienso que la UCV es ‘la Universidad’, pero para no dar más dolores
de cabeza a mi mamá me trasladé a Coro y allí me gradué en el año 2006. Recuerdo
que vivía a veinte cuadras del núcleo de Medicina y regresaba caminando, y era
el año 2006 y me sentía seguro. Nací en Coro y aunque me crié en Ciudad Guayana
(allí estudió en Fe y Alegría), estoy muy orgulloso de ser coreano. Es una
hermosa ciudad que tiene montaña, río, médanos, etc. Podría ser explotada tan
bien turísticamente”, comenta pensativo.
Amor a primera vista
“Cuando me tocó pasar por la práctica médica en
Traumatología fue como amor a primera vista, y quedé con la idea de especializarme
en traumatología”. En el 2010, inició el postgrado en el Hospital Miguel Pérez
Carreño y al terminar le ofrecieron el cargo de adjunto, y allí sigue.
Le preguntamos qué lo inspira trabajar en la
salud pública “Creo que es por la gente. Estar en el Seguro, a pesar de las
condiciones, y al hacer uno bien su trabajo la gente lo agradece. Me llevan, aunque
sea un caramelito, pero eso para mí vale mucho. También es una manera de
retribuir al hospital la formación que me dio”.
¿Por qué en Santa Inés?
--Vine recomendado por una colega amiga, la
ginecobstetra Guadalupe Colina. Introduje mis papeles y fui aceptado.
“Aquí me siento a gusto, el personal que me
acompaña es muy agradable y, se le ofrece al paciente buena atención en unos
ambientes limpios y agradables que hacen la diferencia.
Yo a futuro quiero ver al Centro de Salud Santa
Inés UCAB más crecido en cuanto a capacidad de atención y que pueda haber un
área quirúrgica para poder resolver cirugías ambulatorias. También desearía que
se fortalecieran los programas de hipertensión y el servicio para adolescentes.
Estos dos son muy importantes para las comunidades. Y por supuesto, que puedan
adquirir un resonador magnético para provecho de las comunidades.
Rondón entre pacientes y enfermera
Un ser agradecido
El traumatólogo Rondón es muy joven, su consulta
son los martes y viernes en Santa Inés, pero dice que no ve más de ocho
pacientes en cada turno porque le gusta dedicarse al enfermo. “A veces, critico
a algunos de mis colegas porque no le brindan dedicación y trato humano a sus enfermos
y, siempre le digo a los muchachos residentes en el Hospital que traten siempre
de ponerse en los zapatos del paciente y no hacer lo que no les gustaría que
les hicieran a ellos. Yo estoy muy agradecido porque mucha gente me ha ayudado
a lo largo de la vida. Recuerdo cuando estudiaba los últimos años de
bachillerato en el Loyola Gumilla y mi papá quedó sin empleo los jesuitas me
becaron”.
Después de laurearse en Traumatología en el
Pérez Carreño donde dicta clases en el postgrado y funge de coordinador docente,
se especializó en el Diplomado de Cirugía de Pie y Tobillo en el Hospital de
Clínicas Caracas.
Mientras estudió la Escuela Básica en el colegio
Fe y Alegría en Ciudad Guayana practicó bastante el fútbol. En la actualidad,
se dedica al ciclismo de montaña y con los integrantes juega volibol.
La familia
Enamorarse de una paciente fue difícil
afrontarlo, hasta que se atrevió a invitarla a salir. Y fue más expedito cuando
se la remitió a un colega especializado en columna. Es trabajadora social y su
familia es de origen humilde como la
suya. Tienen un niño llamado Matías de ocho meses. Se siente bendecido por todo
lo que le ha dado Dios, y sobre todo por su madre, su esposa y su hijo, y la
carrera que le apasiona. Quisiera formar a su hijo con los mismos principios que
le inculcó su mamá, valores que siente que se pierden en la Venezuela de hoy.
Este joven médico, traumatólogo ortopedista y cirujano de pie y tobillo es miembro activo
de la Sociedad Venezolana de Traumatología y Ortopedia, miembro de la
Federación latinoamericana de Cirugía y Medicina, capítulo Venezuela, entre otros cargos.
Entrevista: María Fernanda
Mujica Ricardo
Foto: Marianella De Faría
8 comentarios:
El medico de la familia que orgullo no cambies que hemoso siempre tan humano primo
Eso francisco.que sigan tus exitos felicidades. Saludos
Excelente mi doctor así es siga asi! Pensé que estaba fuera de Venezuela
Exelente médico muy bueno..lo recomendaría con los ojos cerrados muy humano e humilde
Como consigo una cita para mí hijo
Quiero una cita
Hola quiero una cita es para mi sobrino
Que historia tan bella... Dios lo colme de salud, sabiduría y prosperidad.
Me tempranito a su consulta de la Ucab Dios mediante la próxima semana.
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