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Un nutrido grupo subió a la comunidad |
Dalila Chávez, religiosa de la
congregación Misionera de Acción Parroquial, dio la bienvenida a los visitantes y agradeció al
DVC por su colaboración para con más de 40 niños beneficiarios del Multihogar,
a través del proyecto Nacer aprendiendo. Esta iniciativa busca estimular a los
niños y ayudar a las madres en el proceso de crecimiento de sus bebés, a través
del acompañamiento y creación de una bebeteca y una ludoteca. Se destacaron las
palabras del padre Luis Ugalde, SJ,
quien reconoció el apoyo del DVC, así como de las organizaciones que colaboraron
con el proyecto-Santa Bárbara Airlines,
Seguros Mercantil y la Fundación Cisneros-quienes unieron esfuerzos para de
realizar el donativo.
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Jérôme Lellouche se dirigió a los presentes |
Jérôme Lellouche, presidente del
Dividendo Voluntario para la Comunidad, también ofreció unas palabras a los
asistentes donde destacó la importancia de aportar en proyectos para el
bienestar social y aportar a las comunidades que trabajan en pro de una mejor Venezuela. Asimismo, Ramón Sosa, de la junta directiva del DVC, dijo “Como líderes tenemos que motivar y movilizar a las
organizaciones”, “Tenemos una oportunidad tremenda para ayudar”.
Tras disfrutar de un refrigerio,
continuó la visita a los diferentes servicios ofrecidos a la comunidad. Los
invitados conocieron el Centro de Salud, donde la pediatra Scarlett Salazar -atiende
dos días a la semana. Además, en el recinto se ofrecen servicios de psicología,
odontología y jornadas de despistaje de cáncer de cuello uterino, etc.
La visita, guiada por las
hermanas de la Vicaría, incluyó el centro comunitario, donde se llevan a cabo
diversas actividades, se ofrecen servicios de cibercafé y funciona la sede de
Superatec. Los invitados conocieron también el Multihogar Niño Jesús, donde son
atendidos más de 40 niños de edades comprendidas entre los 9 meses y 5 años, y
es el espacio que recibe directamente la donación.
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Los pequeños del Multihogar juegan y aprenden |
El
ropero
La comunidad de La Pradera pronto
podrá beneficiarse de un nuevo proyecto. El ropero es un recinto en
remodelación que pronto ofrecerá ropa de segunda mano a precios solidarios. La
Vicaría recibe donaciones de ropa y calzado en buen estado y las ofrece a la
comunidad. Mujeres y hombres acuden a comprar prendas de vestir. “Lo que uno
cree que no se van a llevar se lo llevan”, comenta la hermana Dalila.
“Una fábrica de zapatos nos manda
los que salen con defectos. Nosotros los arreglamos y los ponemos en venta”,
señala Chávez. Esperan recibir más donaciones cuando se reinaugure el lugar y
se le dé mayor difusión, ya que cuentan con precios realmente bajos en
comparación con el mercado actual; “aquí un par de zapatos, los más caros, los
vendemos en 150 bolívares.”
Texto: Ana Gabriela Páez
Fotografías: DVC
Fotografías: DVC
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