Hay gente en el mundo que
sí sabe por qué y para quién hace las cosas. Hay gente en el mundo que tiene
voluntad de servir a los demás con énfasis en hacerlo bien. Y así es Severia
Mazza, técnico superior en Radiología, egresada de la UCV, quien labora en
Santa Inés de 9 de la mañana a 6 de la tarde, y sin nervios, realiza tomografías,
Rayos X, densitometrías, menos mamografías porque no le gusta hacerlas.
Es una mujer joven –en mayo
cumplirá 30 años- de tez lavada, y pelo lacio negro, que a veces, recoge en un
sencillo moño. Trabajó seis años continuos en el Centro, se retiró con la
remodelación del servicio de Imagenología y al reabrirlo la llamaron y “Volví
porque me encanta trabajar aquí, porque esto es lo máximo. El tomógrafo fue un
avance tecnológico fuerte, de un corte pasamos a hacer 16. Es asombroso y
ahora, el paciente pasa un tiempo mínimo en la sala de estudio o ‘gantry’ y se
le puede hacer en su cuerpo un barrido completo en segundos”.
Las
diferencias
“Es la misma
gente la que acude al hospital y al Centro, pero aquí se comporta diferente,
baja la guardia porque se le atiende bien, con una sonrisa, y se le resuelve su
problema. Existen contratiempos pero se solucionan. Aquí no se ve la parte
comercial de la medicina sino la parte humana, pues lo primero es la atención
al paciente, y por eso cuando pienso en Santa Inés lo primero que se me viene a
la mente es decir ‘contacto humano’. En
este lugar siento reflejado el país que yo quiero y por eso te digo que mi
aspiración para Santa Inés es que se mantenga igual, no lo quiero con seis
pisos porque perdería su esencia”.
A Severia le inspira paz y tranquilidad su ambiente
laboral y repite que le encanta interactuar con el paciente, dar las buenas
tardes y recibirlas de la otra parte. Y es “que el paciente no viene a
vacacionar y eso hay que tenerlo claro. Yo no puedo pagar
mi malestar con nadie y menos con el usuario. Si hay alguien desagradable pues
habrá seis personas gratas. Mi madre me
enseñó a que tratara siempre de sentirme bien”.
Y hablando de su madre se conmueve, ella murió hace
siete meses y la herida es muy profunda. “Mi mamá solo estudió hasta tercer
grado, era del campo, nació en Altagracia en el estado Aragua. Nosotros somos
seis hermanos más una prima que fue criada igual; todos obtuvimos un título
universitario. Nos inculcó ser responsables, estudiosos y trabajadores. Los
siete le pedíamos la bendición”.
Y en su tiempo libre, lo que le gusta es descansar,
disfrutar de su cuarto y ver televisión “Soy un poquito ermitaña”. Pero también
le gusta compartir con sus seis hermanos cuando pueden reunirse pues algunos
viven en el interior del país. Le place ir al campo igual que a su madre.
Recuerda la cara de alegría a Bernardo Guinand
cuando se reabrió Imagenología. Volvía en la tardecita y me preguntaba ¿Cuántas
tomografías hemos hecho hoy? y al yo responderle 58, su cara de felicidad era asombrosa”.
Aunque no es muy dada a las convivencias, viene a
su memoria la que realizó el equipo con el padre Danny Socorro. “Me sentí a
gusto y cómoda, y también cumplí con las
tareas grupales”.
Qué agradable es conocer a seres humanos que se
sienten “cómodos”, como lo hace y dice, Severia Mazza.
Texto: María Fernanda
Mujica Ricardo
Fotos: Ana Gabriela Páez
Linares
No hay comentarios:
Publicar un comentario