lunes, 8 de diciembre de 2014

Ovilia Barrios: una mujer de principios



Nadie diría que esa mujer pequeña, de piel traslúcida, siempre de punta en blanco y delgada sea capaz de motorizar tanto trabajo y le guste el estudio del Bioanálisis con tubos de ensayo, sangre, bacterias y tantos microbios. Y que cada año, luche por asistir a los congresos internacionales latinoamericanos de su especialidad para así actualizarse y poner sus conocimientos al servicio de los pacientes que son a su vez, su vocación social


La directora y fundadora del Laboratorio del Centro de Salud Santa Inés- Centro al que le hemos dedicado las entrevistas desde septiembre hasta el presente por su 15 cumpleaños- nació  en San Casimiro, estudió en la escuela Vargas de la Universidad Central de Venezuela, y vive en San Juan de Los Morros desde los   8 años, donde acude regularmente para estar con su familia y amigos de la infancia.


­--Ovilia Barrios nació en San Casimiro es una ciudad con mucha historia. Allí nacieron el cardenal Roselio José Castillo Lara y Lucas Guillermo Castillo. Mi mamá era “una mujer elegantísima, muy vistosa, con porte señorial, encantadora y muy frontal. Era una matrona. Se casó con mi papá a los 20 años y él le doblaba la edad. Estuvieron casados 43 años hasta que mi padre murió”.


Sus años de estudio, para ella, fueron fantásticos. “Soy varguista, estudié mi carrera allí, hice la pasantía y trabajé en el Laboratorio del Hospital. Mi primer jefe fue el doctor Otto Lima Gómez. -Imagínate- entré de pasante y salí jubilada. Es que el hospital José María Vargas fue una gran escuela de Medicina y salud. Nuestras referencias eran médicos como: Herman Wani, Fernando Rubén Coronil, Rafael Muci y tantas otras eminencias. Un gran compañero de estudios fue el doctor José Félix Oletta, que fue ministro de Sanidad. Mis mentoras fueron profesionales como Luisa Amelia de Pérez y Nelly Pitol. Allí me formé y obtuve mis valores profesionales”.


La licenciada Ovilia, trabajó en el laboratorio de las Damas Salesianas donde conoció a María Matilde Zubillaga cuando esta buscaba información para el proyecto Santa Inés que se gestaba en la UCAB. "Se me consultó porque yo había supervisado la instalación de los laboratorios de los centros de salud de las Damas Salesianas en el país y me invitaron para conocer el proyecto donde también conocí al padre Luis Azagra”.


Y es desde 1998, cuando Barrios inicia su trabajo en el Centro, asesorando a los arquitectos en la instalación del laboratorio, y haciendo contacto con los proveedores de las casas comerciales. “Era pequeño pero cubría las necesidades iniciales y lo inauguramos el 13 de septiembre de 1999 cuando el Centro se inauguró”. En el inicio el equipo lo conformó ella, como bioanalista, Soraya Valecillos como auxiliar  y una cristalera- que es la que se ocupa de lavar y desinfectar a la perfección los tubos de ensayo y todos los utensilios que se usan para las pruebas.


Pero el Laboratorio quedó pequeño por la demanda y ha ido creciendo para también ofrecer pruebas especiales, marcadores tumorales, Bacteriología, y “tenemos expectativas para realizar exámenes especiales para pacientes celíaco y alérgicos, pero la situación país no ha dejado avanzar el proyecto porque las casas comerciales no han podido traer los equipos especiales y los reactivos. Pero, como dice la impulsora “Es una tarea pendiente que aspiramos se concrete el año próximo”.


Ovilia se ocupa de planificar el trabajo de su personal, hacer el inventario, vigilar los suministros y junto a la Administración de Santa Inés solicitar las compras. Pero también ejerce las funciones de bioanalista. Tantas veces que la hemos visto observando por el microscopio muestras de exámenes.


Valores heredados

La respuesta de la licenciada Barrios a la inspiración qué la motiva a trabajar es que siempre han sido su pasión las obras sociales, y que lo hereda de los valores familiares recibidos. En su casa, tanto en Aragua como en Guárico, se atendía a las personas necesitadas. Un ejemplo digno de relatar, es que ella junto a la única hermana que le queda, se ocupan de llevar medicinas, alimentos y otras necesidades al ancianato de Villa de Cura. Lo hacen una vez al año, pero su madre, mensualmente, visitaba el ancianato y lo proveía de lo necesario. Por eso afirma “Que es un sentimiento que va de generación en generación”.


Ovilia resume en una palabra al Centro de Salud Santa Inés una “excelente” y opina que las condiciones profesionales son de primera, y por lo tanto “provoca trabajar aquí”,  a lo que se suman unas relaciones laborales y personales respetuosas y afectuosas.


“Aquí la calidez es una cuestión fundamental, el buen servicio, la atención al paciente, y algo que es primordial en un servicio de salud, la limpieza. Cuando un enfermo viene y ve la pulcritud se convierte en  “un rayito de luz”.


Soñar es una de las características de esta mujer luchadora. Dice que Bernardo Guinand le dice que “vive inventando”, por lo mismo, desea tener un espacio más grande para incorporar equipos más sofisticados y poder practicar más pruebas especiales para el provecho de los enfermos. Y en el contexto general, anhela que Santa Inés UCAB obtenga mayores recursos para ampliar el servicio de Rehabilitación.
 

Petare
El laboratorio grande tiene ya una extensión en el lado este de la ciudad. Este fue otra quimera cumplida y que también crece. Se han hecho alianzas con la alcaldía de Sucre, el Hospital Pérez de León y el Centro Marista.

Al inicio dijimos que Ovilia es muy elegante, y agregaríamos que coqueta. A ella le encanta salir de comprar, recorrer los centros comerciales, viajar por el país “porque al exterior se ha hecho imposible”. Le gusta la bisutería: pulseras, zarcillos, collares. En Navidad disfruta las visitas a los bazares y comer.  Le apasiona el teatro, pero ya no va tanto por la inseguridad. Sueña con poder asistir al Congreso de la Confederación latinoamericana de Bioquímica Clínica que se realizara el año próximo en Quito para seguir estudiando.

Antes de dejarla, nos muestra un libro que repasa a diario y que le regaló la hermana Pari. El título es Cucubanos (para subirte la moral) con frases para leer aleatoriamente. “Con esta lectura descanso la mente” y lee algunas sentencias como “Hay que sentir la vida antes de buscarle sentido” y también nos recomienda otro texto que recibió del padre Rafael Baquedano escrito por el jesuita Bergoglio antes de convertirse en el papa Francisco.

¡Por fin, esta que escribe pudo entrevistar a la bioanalista jefe de los centros de salud de la  UCAB, Ovilia Barrios!
Texto: María Fernanda Mujica Ricardo
Fotos: Ana Gabriela Páez Linares.

 

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