Nadie
diría que esa mujer pequeña, de piel traslúcida, siempre de punta en blanco y
delgada sea capaz de motorizar tanto trabajo y le guste el estudio del Bioanálisis
con tubos de ensayo, sangre, bacterias y tantos microbios. Y que cada año,
luche por asistir a los congresos internacionales latinoamericanos de su
especialidad para así actualizarse y poner sus conocimientos al servicio de los
pacientes que son a su vez, su vocación social.
La directora y fundadora
del Laboratorio del Centro de Salud Santa Inés- Centro al que le hemos dedicado
las entrevistas desde septiembre hasta el presente por su 15 cumpleaños- nació en San Casimiro, estudió en la escuela Vargas
de la Universidad Central de Venezuela, y vive en San Juan de Los Morros desde
los 8 años, donde acude regularmente
para estar con su familia y amigos de la infancia.
--Ovilia Barrios nació en
San Casimiro es una ciudad con mucha historia. Allí nacieron el cardenal Roselio
José Castillo Lara y Lucas Guillermo Castillo. Mi mamá era “una mujer
elegantísima, muy vistosa, con porte señorial, encantadora y muy frontal. Era
una matrona. Se casó con mi papá a los 20 años y él le doblaba la edad.
Estuvieron casados 43 años hasta que mi padre murió”.
Sus años de estudio, para
ella, fueron fantásticos. “Soy varguista, estudié mi carrera allí, hice la
pasantía y trabajé en el Laboratorio del Hospital. Mi primer jefe fue el doctor
Otto Lima Gómez. -Imagínate- entré de pasante y salí jubilada. Es que el
hospital José María Vargas fue una gran escuela de Medicina y salud. Nuestras
referencias eran médicos como: Herman Wani, Fernando Rubén Coronil, Rafael Muci
y tantas otras eminencias. Un gran compañero de estudios fue el doctor José
Félix Oletta, que fue ministro de Sanidad. Mis mentoras fueron profesionales
como Luisa Amelia de Pérez y Nelly Pitol. Allí me formé y obtuve mis valores
profesionales”.
La licenciada Ovilia,
trabajó en el laboratorio de las Damas Salesianas donde conoció a María Matilde
Zubillaga cuando esta buscaba información para el proyecto Santa Inés que se
gestaba en la UCAB. "Se me consultó porque yo había supervisado la
instalación de los laboratorios de los centros de salud de las Damas Salesianas
en el país y me invitaron para conocer el proyecto donde también conocí al
padre Luis Azagra”.
Y es desde 1998, cuando
Barrios inicia su trabajo en el Centro, asesorando a los arquitectos en la
instalación del laboratorio, y haciendo contacto con los proveedores de las
casas comerciales. “Era pequeño pero cubría las necesidades iniciales y lo
inauguramos el 13 de septiembre de 1999 cuando el Centro se inauguró”. En el inicio
el equipo lo conformó ella, como bioanalista, Soraya Valecillos como
auxiliar y una cristalera- que es la que
se ocupa de lavar y desinfectar a la perfección los tubos de ensayo y todos los
utensilios que se usan para las pruebas.
Pero el Laboratorio quedó
pequeño por la demanda y ha ido creciendo para también ofrecer pruebas
especiales, marcadores tumorales, Bacteriología, y “tenemos expectativas para
realizar exámenes especiales para pacientes celíaco y alérgicos, pero la
situación país no ha dejado avanzar el proyecto porque las casas comerciales no
han podido traer los equipos especiales y los reactivos. Pero, como dice la
impulsora “Es una tarea pendiente que aspiramos se concrete el año próximo”.
Ovilia se ocupa de
planificar el trabajo de su personal, hacer el inventario, vigilar los
suministros y junto a la Administración de Santa Inés solicitar las compras.
Pero también ejerce las funciones de bioanalista. Tantas veces que la hemos
visto observando por el microscopio muestras de exámenes.
Valores heredados
La respuesta de la licenciada
Barrios a la inspiración qué la motiva a trabajar es que siempre han sido su pasión
las obras sociales, y que lo hereda de los valores familiares recibidos. En su
casa, tanto en Aragua como en Guárico, se atendía a las personas necesitadas.
Un ejemplo digno de relatar, es que ella junto a la única hermana que le queda,
se ocupan de llevar medicinas, alimentos y otras necesidades al ancianato de
Villa de Cura. Lo hacen una vez al año, pero su madre, mensualmente, visitaba
el ancianato y lo proveía de lo necesario. Por eso afirma “Que es un
sentimiento que va de generación en generación”.
Ovilia resume en una
palabra al Centro de Salud Santa Inés una “excelente” y opina que las
condiciones profesionales son de primera, y por lo tanto “provoca trabajar aquí”,
a lo que se suman unas relaciones
laborales y personales respetuosas y afectuosas.
“Aquí la calidez es una
cuestión fundamental, el buen servicio, la atención al paciente, y algo que es
primordial en un servicio de salud, la limpieza. Cuando un enfermo viene y ve
la pulcritud se convierte en “un rayito
de luz”.
Soñar es una de las
características de esta mujer luchadora. Dice que Bernardo Guinand le dice que
“vive inventando”, por lo mismo, desea tener un espacio más grande para
incorporar equipos más sofisticados y poder practicar más pruebas especiales
para el provecho de los enfermos. Y en el contexto general, anhela que Santa
Inés UCAB obtenga mayores recursos para ampliar el servicio de Rehabilitación.
Petare
El laboratorio grande
tiene ya una extensión en el lado este de la ciudad. Este fue otra quimera
cumplida y que también crece. Se han hecho alianzas con la alcaldía de Sucre,
el Hospital Pérez de León y el Centro Marista.
Al inicio dijimos que
Ovilia es muy elegante, y agregaríamos que coqueta. A ella le encanta salir de
comprar, recorrer los centros comerciales, viajar por el país “porque al
exterior se ha hecho imposible”. Le gusta la bisutería: pulseras, zarcillos,
collares. En Navidad disfruta las visitas a los bazares y comer. Le apasiona el teatro, pero ya no va tanto por
la inseguridad. Sueña con poder asistir al Congreso de la Confederación
latinoamericana de Bioquímica Clínica que se realizara el año próximo en Quito
para seguir estudiando.
Antes de dejarla, nos
muestra un libro que repasa a diario y que le regaló la hermana Pari. El título
es Cucubanos (para subirte la moral)
con frases para leer aleatoriamente. “Con esta lectura descanso la mente” y lee
algunas sentencias como “Hay que sentir la vida antes de buscarle sentido” y también
nos recomienda otro texto que recibió del padre Rafael Baquedano escrito por el
jesuita Bergoglio antes de convertirse en el papa Francisco.
¡Por fin, esta que escribe
pudo entrevistar a la bioanalista jefe de los centros de salud de la UCAB, Ovilia Barrios!
Texto: María
Fernanda Mujica Ricardo
Fotos: Ana
Gabriela Páez Linares.
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