En el piso 1 del Centro de Salud Santa Inés UCAB, por el área de
medicina interna, se mueve una de las enfermeras que atiende a los pacientes
con gran devoción y dedicación a su trabajo. Manuelita Vegas, conocida por sus
amigos y seres queridos como Yety, es la menor de seis hermanos y trabaja en el
centro de salud desde hace nueve años.
“He pasado por todas las especialidades. Ahorita trabajo en medicina
interna, donde tomo peso y talla al paciente, también les mido la tensión para
que sean atendidos en diferentes especialidades. Además, hacemos
electrocardiogramas y espirometrías para verificar la oxigenación que entra y
sale de los pulmones de los pacientes que van a ser atendidos en neumonología.”
“Creo que para trabajar aquí con los pacientes hay que tener paciencia.
Algunos son amables, pero otros no tanto. Hay que entender que cada persona que
viene está en una situación diferente y hay que colaborar con ellos para que se
sientan bien.”
Siempre dispuesta a ayudar
“Trabajar aquí es agradable. Tengo nueve años siendo enfermera en Santa
Inés. Me gusta hablar con los pacientes y tratar de ayudarlos en lo posible”,
dijo Vegas.
Tras decir esto, y mientras conversábamos sobre su labor, un hombre con
un casco de motorizado en mano entra a la sala donde trabajan las enfermeras preguntando
por la neumonóloga, ya que había pagado la consulta para su esposa, quien,
según indicó, se encontraba en su casa en Antímano. Manuelita rápidamente
revisa el número asignado en la factura y le dice que, efectivamente, es el
próximo en ser atendido, ya que no había más pacientes, pero que hablaría con
la doctora para que lo esperase mientras él iba rápidamente a buscar a su
esposa. El hombre, muy agradecido sale apurado y contento. “Bueno, ¿cuál es la
otra pregunta?”, dice Yeti sonriente.
― ¿Cuál es la diferencia entre
trabajar aquí y hacerlo en otro lugar?
“He trabajado en diferentes lugares, especialmente en el área
quirúrgica. La gente es diferente, porque el movimiento de trabajo es distinto.
Aquí me siento cómoda y tranquila. Gracias a Santa Inés he logrado muchas de
mis metas.”
El Parque Social UCAB es…
“… Mi segunda casa. Uno cuando se va, va es a visitar la casa, porque
vivimos aquí.”
― ¿Cómo te gustaría ver al Centro de
Salud Santa Inés en el futuro?
“Justo ahora lo veo completo. Me gusta mucho su estructura y que aquí
podemos ofrecer los servicios principales que requieren los pacientes que
vienen a buscar ayuda. Principalmente, me gustaría que se mantenga y siga
brindando buenos servicios.”
Yety al salir del trabajo…
“… ¿Qué me gusta hacer? Bueno, es como un sueño. Me gustaría ayudar a
los perritos de la calle, tener un espacio para ellos. Me gustan mucho los
animales, son un regalo de Dios que ya la gente no valora. También me gusta
disfrutar de mis nietos, tengo dos: Elián, de tres años, y Claudia de seis
meses. Además me gusta muchísimo el béisbol profesional―dice riendo―,
¡Específicamente de los Navegantes del Magallanes!”
Manuelita tiene tres hijos: Wilmailys, de 26 años, es madre de Elián y
estudia Administración y Contaduría en la UCAB; su segundo hijo, Wilfredo,
tiene 24 años y el pequeño, Eduar, 16.
Actualmente vive con su madre, su hermano Manuel, su esposo Alexander y
su hijo menor en Santa Ana―Carapita―. “También convive con el consentido de la
casa: Rocky José”, dice refiriéndose a su pequeño doberman pincher.
Manuelita enviudó hace 22 años, y desde hace 19 años está casada con
Alexander, padre de su hijo menor. “A mi esposo le agradezco su gran apoyo,
tanto conmigo como con mis hijos, por estos 19 años constantes.”
Una anécdota
“Un paciente me mandó a ver Dr.
House, porque se molestó cuando le pedí que se quitara los zapatos.”
Entrevista y fotos Ana Gabriela Páez
Linares
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