martes, 11 de noviembre de 2014

Irma Guerrero: Médico con fe, agradecida y muy disciplinada



La doctora Irma Guerrero lleva orden y disciplina en su práctica de la medicina y en su vida personal. Para la entrevista pautada, prefirió grabar sus respuestas al igual que lo hace con los informes de radiología. En el reporte agradece a todas las personas que forman parte de la historia del Centro de Salud Santa Inés UCAB, desde su creación en 1999. 



Entre una y otra pausa, descubrimos que la doctora Irma, de segundo nombre Zoirée nació en el pueblo de Seboruco en el estado Táchira, donde estudió la primaria; los tres primeros años de bachillerato en San Cristóbal  interna en el colegio de las monjas salesianas y cuarto y quinto años -también internada, en el Liceo Militar Jáuregui en La Grita. Ella misma dice: “Con esta formación tengo que tener algo de disciplina”. 

Es médico graduada en la Universidad de Los Andes donde conoció a su esposo, el también médico José Ramón Noguera, nacido en San Cristóbal. Se casaron y se vinieron a estudiar el postgrado de Neumonología Clínica en el Hospital José Ignacio Baldó bajo la dirección del doctor César Rodríguez quien fue el que realizó la primera neumonectomía (extirpación de un pulmón) en el país. Allí conoció al doctor Carlos Eduardo Paradisi, residente en Gastroenterología, a quien años más tarde reencontró en Santa Inés cuando él tenía el cargo de gerente médico. Guerrero es también radiólogo, egresada del Hospital Universitario de Caracas.

––Conocí al P. Luis Ugalde en la Clínica Dispensario Padre Machado y le pregunté sobre la construcción que hacían en los terrenos frente a la Universidad. Él me dio una tarjeta y también invitó a la hermana Teotiste Fernández, directora de la clínica, por su amplia experiencia en la organización de servicios de salud que proviene de la filosofía de su fundador en Venezuela, el P. Machado. Mi esposo y yo, iniciamos la asesoría en el equipamiento del área de Imágenes y con la hermana hubo acuerdos en la nueva misión del Centro ya que las hermanitas de los Pobres y la Compañía de Jesús comparten el  principio de ayudar a los pobres. Después, conocimos al P. Luis Azagra, SJ  “fuerte y lleno de vida” y también a María Matilde Zubillaga, la primera gerente general. Los cuatro nos reuníamos regularmente para establecer la logística del servicio. Al mismo tiempo, la licenciada Ovilia Barrios, organizaba el servicio de Laboratorio.

Siempre agradecer
A Guerrero le gusta repetir ciertas sentencias: “Es imposible prever el futuro si se ignora el pasado, la gratitud es una obligación que nunca debemos olvidar. Hay que honrar a los pilares quienes con tanto optimismo lograron iniciar la historia de Santa Inés”. Y parece tener razón cuando se oye diariamente el desconocimiento de los dirigentes del país con relación a los logros del pasado. Pero eso es harina de otro costal, porque en Santa Inés sí se aprecia a los hombres que la construyeron.

“Desde el inicio en Santa Inés se estableció ofrecer una atención de calidad con sensibilidad social y estas bases hay que mantenerlas pues para el médico su razón de ser son los enfermos, y a veces, la de sus acompañantes. Nosotros no nos ocupamos solamente de la parte física sino que nos enfrentamos al temor de lo desconocido que es la enfermedad, y debemos tener las palabras adecuadas para que el paciente salga con motivación y fe para curarse”. Y parafraseando a San Agustín, dice la doctora Irma: “Los que estamos experimentando el presente debemos pensar en un futuro esperanzador”.

Ella
Se deduce que nuestra entrevistada es profundamente católica y dice que le gusta disfrutar los actos en la iglesia. También analiza su vida diaria y escribe en la mañana tempranito que es cuando está más inspirada. Le encanta compartir con su familia y viajar a Seboruco donde está la casa de sus ancestros que para ella “es un tesoro y allí están enterrados mis viejos e ir a visitarlos al cementerio es donde cabe la palabra gratitud”. 

Solo al apagar la grabadora, es que contamos con espacios para que la doctora hable de ella: “Digo las cosas como las siento. Soy muy apegada a las normas y a la disciplina, y eso a la gente, a veces, no le agrada. Yo entiendo que hay que ser un poco más laxa pero mientras se pueda mantener la esencia de la institución y del servicio”.

Recuerda que cuando el servicio empezó, el equipo humano era el indispensable para arrancar. El técnico Bonilla que permanece en el Centro, una secretaria, la enfermera Flor Torcat, a la que aún recuerdan, y ella.

Narra la anécdota que cuando estaba lista la obra civil del servicio, y le dijeron al P. Azagra que había que abrir una ventana o expose en la jerga técnica, para que el técnico pudiera pasar los chasis al cuarto oscuro sin que se develara la radiografía, el padre se puso furioso pero luego entendió los argumentos y se hizo la remodelación necesaria.

El futuro
––Visualizo a Santa Inés como un hospital de enseñanza para los jóvenes estudiantes de la UCAB (psicólogos y otras carreras), para médicos recién graduados, enfermeras y técnicos. Con equipos de alta tecnología, con propósitos claros, que no pierda su mística y nunca se aparte de su misión. Aconsejo a los directivos que deben estar alertas de no dejar perder los altos ideales con que Santa Inés se fundó y a enderezar las líneas torcidas que pueda haber en el Servicio. Recordemos que Dios, a veces, nos escribe en nuestras vidas a través de esas  líneas torcidas.

También quiero volver a agradecer a todos los que hacen posible que  Imagenología funcione diariamente”.

Texto: María Fernanda Mujica
Fotos: Ana Páez

No hay comentarios: