Nereida Contreras cumplió ya quince años en el Centro de Salud Santa Inés (CSSI). Recuerda haber metido sus papeles en Recursos Humanos de la UCAB, cuando aún estaban construyéndolo, y dice “Llegué aquí, gracias a mi mamá”. Yo tenía una niña de seis meses y vivía en Santa Mónica, pero ella, que es de Carapita, veía a diario la construcción y al preguntar qué levantaban allí, se enteró por los vigilantes que buscaban enfermeras. Entonces me dijo “Ordena tu carpeta y llévala, ya es hora de que vuelvas a trabajar”.
--¿Tu mamá fue asertiva?
-- Ella tuvo razón, es que es muy inteligente, si hubiese podido estudiar hubiera llegado más lejos, pero se preparó y logró su independencia económica.
“Al año siguiente me llamaron. Ya yo había sido enfermera auxiliar en el Ipasme y en el hospital Victorino Santaella. Luego, crecí profesionalmente en Santa Inés. Realmente fue mi plataforma para poder avanzar. Al trabajar, conseguí la estabilidad económica para mi hija Alanis y yo, también me relajé psicológicamente y me alivié de otras tantas preocupaciones que tenía”.
--¿Cómo ha sido la transformación en estos 15 años?
--Hemos visto muchos cambios pero nos hemos ido adaptando. Conocemos nuestras responsabilidades y nos compaginamos con todos los grupos, viejos y nuevos.
He pasado por problemas de salud severos-gracias a Dios resueltos-y Santa Inés siempre ha estado allí, me ha apoyado y ayudado. María Matilde Zubillaga fue mi líder, mi escuela. Ella fue la maestra de todas las enfermeras del equipo fundador. Nos enseñó a tratar a los pacientes por su nombre, con respeto e importancia. Nada de decirles “mi amor, mi vida”.
--¿Qué hace diferente al Centro de Salud Santa Inés UCAB?
-- La compenetración de todos. Trabajamos en grupo y resolvemos en función del paciente. Si hay problemas los solucionamos en positivo y olvidamos lo sucedido. Nunca hemos perdido ese respeto que se nos inculcó hace 15 años. Mis compañeros, desde 1999, han sido Belkis Valera, Betzabeth Requena, Mariana Borges, Bernardo Guinand, William Bonilla y los médicos José Gregorio Martínez, José Palacios e Irma Guerrero.
Yo he pasado por todas las especialidades que se han ido creando, y no solo yo, todas lo hemos hecho. Para las enfermeras es importante circular pues tenemos que saber de todo, pues al llegar a un nuevo servicio hay que hacerlo perfecto.
¿Qué cuál servicio me ha gustado más? Creo que Tomografía, pues fue el que más me costó dejar. Para estar allí, me entrené en el Hospital Padre Machado de Montalbán donde aprendí de otras personas. El nuevo tomógrafo es de la tecnología más avanzada, es uno de los mejores, y los diagnósticos serán más asertivos.
--¿Cómo quisieras verlo en el futuro?
--Mucho más grande, hay terreno para ello. Con servicio de cirugía y un grupo organizado que trabaje en él.
--Define a Santa Inés en una frase.
-- “Es mi salvación”.
--¿Qué haces en tus ratos libres?
-- Al salir de aquí, me voy a mi casa y saco a mi perrita “Natacha” (Dobermann pincher enana) que tiene seis años y que me espera ansiosa para pasear. Luego me pongo a cocinar, y mientras, me meto en Twitter para ver cuáles son las noticias. También me gusta mucho el cine y salir-cuando se puede-a comer algo por allí. Me gusta compartir con mi hija, que está por terminar el bachillerato, y la apoyo en todo lo que pueda.
-- Nos puedes contar alguna anécdota.
-- Siempre hay una torta rodando por allí para celebrar un cumpleaños. He visto pasar muchos cumpleaños de compañeras. Entre todas organizamos la compra del pastel pues nos hace muy felices compartir. Si no hay celebración, compramos galletas y café para merendar. Estos han sido unos espacios muy importantes para nosotras como equipo.
Texto: María Fernanda Mujica Ricardo
Fotos: Ana Gabriela Páez L.
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