La
mística, el amor al trabajo, el respeto al ser humano, la lucha por ofrecer una
atención de salud de primera calidad a precios razonables, hace un centro de
salud en el oeste algo inusual. Este 13 de septiembre, el Centro de Salud Santa
Inés UCAB cumple 15 años de funcionamiento, crecimiento y mejoramiento. Pero
detrás de cada obra social que busca excelencia unida a la humanidad, existe un
equipo que trabaja para ello. Hoy conversamos con Bernardo Guinand, el gerente
general y pionero de la obra jesuita para las comunidades vecinas, que acuden
de todo el país. Es joven, aguerrido, con principios
aprendidos en el hogar que lucha contra la marea para seguir fortaleciendoal
CSSI, al que vio crecer con gente que admira como los jesuitas Luis Azagra,
Luis Ugalde, María Matilde Zubillaga, el equipo que trabaja desde los comienzos
como Betzabeth Requena y Mariana Borges, y tantos otros que se montaron en este
barco y quieren que siga navegando, a pesar del mal tiempo. Quince años
de funcionamiento cumplió el 13 de septiembre el Centro de Salud Santa Inés;
son muchas las historias que se tejen en su puesta en marcha, pero lo
invaluable es la cantidad de horas hombres que edificaron este sueño que crece
en servicios, personal, pacientes atendidos, pero que mantiene intacta la
mística que lo hace especial.
“Empecé a trabajar el 4 de enero de 1999 en la oficina de Proyectos del P. Luis Azagra, que quedaba en el 3er piso del edificio de Servicios Centrales de la UCAB, pero un día nos dijimos que teníamos que mudarnos a las semi construidas oficinas del Parque Social para poder arrancar, pues si no, no iba a ser nunca. En agosto, se integraron Betzabeth, Mariana y el administrador José I. Peña. Fueron meses muy intensos. Nuestro espacio lo llamábamos la pecera porque estaba cerrada por vidrios y se veía hacia adentro. Éramos un grupo pequeño donde todos hacíamos de todo, teníamos contacto con los proveedores, manejábamos las llaves, etc. Actualmente, somos más, los procesos y los cargos son separados, entonces, el equipo gerencial se dedica mayormente a funciones estratégicas y una de las principales es buscar fondos para, entre otras cosas, poder obtener recursos para brindar servicios de calidad con equipos de tecnología de punta a precios solidarios. ¿Qué sigue intacto? Pues que todos estamos dispuestos a hacer cualquier trabajo, arremangarnos la camisa para mover cajas, pintar las áreas externas, limpiar los jardines, etc. Y es inalterable, la gerencia de pasillo para estar en contacto con los pacientes y aún con el personal.”
El retoSuena trillada la pregunta de cuáles son las metas, pero para Guinand, lo vital es que las raíces que sembraron Azagra, Ugalde y Zubillaga mantengan siempre su esencia. Por ejemplo, el padre Azagra decía: “El Parque me ha dado vida a mí, no al revés”.
––Por eso, es que yo no comparto esa visión cortoplacista que reina en Venezuela y que la practica gente de todos los estratos sociales. Siento que mi paso por la institución tiene un sentido de trascendencia, uno será un personaje más de la película, pero la obra debe continuar.
Pero es que ese espíritu de trascendencia tiene historia familiar. No conoció a su abuelo paterno, quien por lo que le ha contado su padre, le recuerda al P. Ugalde por su amor a la naturaleza al sembrar árboles, aunque no se vean crecer. Cuando se cita en la historia contemporánea a los más importantes hacedores del Parque del Este, se nombra, muy especialmente, al naturalista Burle Marx. Pero el que lo trajo a Venezuela y luchó en hacer un gran parque en Caracas, como en las ciudades más importantes del mundo, fue Carlos Guinand Sandoz, quien lo hizo y también construyó el Observatorio Cajigal y El Algodonal, pero lastimosamente no los vio en su esplendor. “Esto explica el vacío que puede reinar en una sociedad donde solo se viva por el hoy y el ahora”, dice cabizbajo el gerente general de Santa Inés.
Entonces, ¿cuál es tu labor aquí?--Yo soy el animador para que esto suceda; transmito optimismo para que la obra continúe e inyecto la importancia de que somos útiles por lo que hacemos. Y lo fundamental, es que en el Centro de Salud Santa Inés la gente que acude se siente digna cuando recibe, algo tan fundamental, como es la atención en salud.
Guinand Ayala divide la administración del Centro en distintos quinquenios y en varias fases. El primero lo describe donde se ejercía una gerencia de pasillo donde el foco eran nuestros empleados. Lo inició María Matilde, y en sus inicios, el personal pensaba que era una mera supervisión, pero perseveramos en llegarle al empleado y este se acostumbro a comunicar las novedades, buenas o malas, y a dar sugerencias. Cuando veían que no se hacía el recorrido, de una manera suave, reclamaban que no íbamos a conversar con ellos pues la rutina dio como fruto la retroalimentación.
La segunda fase fue entrar en contacto con los pacientes, y eso trajo otras sorpresas. Nos hacen comentarios de lo bueno, que si oyeron de Santa Inés en tal programa o vieron un especial en televisión. Durante estos 15 años, las quejas, vengan de quien venga, siempre son dirigidas en una dimensión constructiva, porque su único interés es que no decaiga el servicio.
Con el pie derecho
Bernardo es en
esencia familiar. Los nuevos paseos a El Ávila con sus hijos dan cuenta de
ello, y a veces, ellos lo acompañan a Santa Inés, en un día en que no hay
escuela, para hacer trabajo voluntario, y ya se cuentan entre los Amigos
Solidarios.
La mamá de Bernardo también sale en la conversación, pues ella es de la opinión que Santa Inés arrancó con el pie derecho porque tiene unos cimientos profundos donde tuvo parte el Espíritu Santo por la gente que coincidió en la creación de Santa Inés, que podía o puede tener posiciones distintas, pero los valores están alineados o son cónsonos con la misión del Santa Inés.
Y Bernardo vuelve a nombrar a los fundadores ya nombrados, y al doctor Paradisi, Requena, Borges, Nereida Contreras, Belkis Valera, los médicos Palacios, Martínez y Guerrero, la bioanalista Ovilia Barrios, el técnico William Bonilla: “que son gente extraordinaria”.
Platicar con Bernardo no se limita al Parque Social UCAB que se desea, sino al país que queremos. Pensamos que era de los Leones del Caracas, porque todo no puede ser trabajo y mística, también hay que disfrutar de tantas cosas que ofrece la vida en esa concepción cristiana y humana que practica nuestro entrevistado.
“Soy de la Vinotinto, a los equipos extranjeros de fútbol voy por Argentina y el Barca; soy fanático de Los Tiburones de La Guaira, disfruto enormemente subir El Ávila, mas aun con mis hijos, troto y tengo el reto de hacer un maratón.”
Sabemos que estuvo inscrito en el maratón de la CAF que fue cancelado por la difícil situación política que vivía el país; estamos seguros que habrá más maratones y que Santa Inés cumplirá 50 años y que todos los precursores, o muchos de ellos, con bastón en mano, lo verán mas empoderado y ofreciendo una atención de salud donde el paciente de menores recursos siga siendo tratado con dignidad, como debe ser considerado cualquier ser humano en el orbe.
Mientras, un hombre, que ama su trabajo, porque “Obras son amores” como enseña San Ignacio teje sueños grandes con Santa Inés y con su familia celular. “Quiero subir el pico Naiguatá con mis chamos, como lo hacía mi padre con mis seis hermanos. Y quiero seguir ahondando en el Fundraising y la solidaridad, pues la responsabilidad de la transformación del país es de todos; nuestro trabajo no radica solamente en conseguir un tomógrafo de primera generación sino en fomentar la solidaridad en nuestra sociedad, finaliza Bernardo Guinand, muy emocionado.
Mucho quedó por conversar, pero encerrar a Bernardo para entrevistarlo se hace difícil por su agenda múltiple. Igual, en familia, Santa Inés celebrará sus 15 años, y prontamente, se inaugurará el Servicio de Imageonología con tecnología de avanzada, y así podrá Santa Inés seguir contando la historia de un país que necesita y se merece servicios de atención de salud de primera calidad y con tarifas solidarias.
María Fernanda Mujica Ricardo
Fotos: Ana Gabriela Páez
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